Un estudio reciente reveló que la aspirina, conocida por su uso como analgésico, antiinflamatorio y preventivo de coágulos en enfermedades cardiovasculares, podría tener una nueva función: combatir la grasa en el hígado. Esta condición, cada vez más común, puede llevar a problemas graves como cirrosis y cáncer hepático.
Conducido por investigadores del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, el estudio publicado en el periódico JAMA indicó que la aspirina puede reducir en un 102% el acúmulo de grasa en el hígado en un período de seis meses. Este efecto se atribuye a la capacidad de la aspirina para disminuir la inflamación y modificar el metabolismo de las grasas, previniendo la progresión de la enfermedad a etapas más severas.
El ensayo clínico fue un estudio de fase 2, randomizado, doble ciego y controlado por placebo, que involucró a 80 pacientes entre 18 y 70 años, todos diagnosticados con enfermedad hepática esteatótica asociada a disfunción metabólica. La mitad de los participantes recibió una dosis diaria de 81 mg de aspirina, mientras que la otra mitad tomó un placebo, ambos durante seis meses. Los resultados mostraron que los pacientes que tomaron aspirina presentaron una reducción significativa en la grasa hepática.
La seguridad y eficacia de la aspirina fueron bien evaluadas, siendo considerada segura y bien tolerada por los participantes, sin efectos adversos significativos. El gastroenterólogo Andrew Chan, autor del estudio, afirmó que la aspirina podría convertirse en una opción de bajo costo para prevenir complicaciones graves de la esteatosis hepática. No obstante, Chan subraya que se necesitan más estudios para confirmar estos resultados a largo plazo.
Además de la reducción de la grasa en el hígado, los investigadores indagaron en otros beneficios potenciales de la aspirina para el órgano. Análisis adicionales sugieren que la aspirina puede mejorar la inflamación y la fibrosis hepática. Sin embargo, son necesarios estudios adicionales para confirmar estos hallazgos y comprender mejor los efectos a largo plazo de la aspirina en condiciones hepáticas.
Actualmente, el tratamiento para la esteatosis hepática se enfoca en cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable y la práctica regular de actividades físicas. En algunos casos, se prescriben medicamentos específicos por médicos. Aunque prometedora, la aspirina aún no es parte del tratamiento estándar para esta condición y su uso debe ser orientado por un profesional de salud hasta que haya más evidencias disponibles
