La búsqueda de la felicidad es universal. Ya sea a través de pasatiempos, actividades recreativas o trabajo, todos desean alcanzar este estado de bienestar. Aunque la definición de felicidad varía de persona a persona, Matthieu Ricard, considerado el hombre más feliz del mundo, cree que seguir tres consejos puede llevar a cualquiera a ser feliz.
Matthieu Ricard, a sus 61 años, dejó atrás su carrera como biólogo molecular, abrazó el budismo y se convirtió en asesor del Dalai Lama, líder espiritual de los budistas tibetanos. Antes de su viaje espiritual en los Himalayas, Ricard completó un doctorado en genética molecular, trabajando con François Jacob, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1965. El cambio en su vida ocurrió al leer textos budistas que lo impresionaron profundamente.
++ Corazón artificial de titanio es implantado por primera vez en un paciente humano
Según la neuróloga Claudia Klein, Ricard posee el córtex prefrontal más expandido jamás estudiado. Este factor puede contribuir a su comprensión de que la felicidad es un estado interno, no dependiente de circunstancias externas. La ansiedad, la frustración, el miedo y el apego pueden socavar la felicidad, ya que desestructuran el sistema de recompensa del cerebro. Klein destaca que las personas más felices han aprendido a vivir en el presente y a moldear sus sueños, reconociendo que el futuro es una extensión del ahora.
3 Consejos para ser feliz
- Sé paciente – “No actúes como un niño haciendo berrinches, queriendo ser feliz de inmediato. La felicidad es como una fruta que madura con paciencia; solo así se vuelve dulce y agradable. Se necesita tiempo para cultivar las cualidades humanas que proporcionan bienestar”, afirma Matthieu Ricard.
- Entrena la mente – “Lo que practicas altera tu cerebro. Ya sea aprender malabares, buceo o esquí, el cerebro cambia con la práctica. De igual manera, entrenar la concentración, la compasión y el altruismo también te transforma. Estas habilidades se adquieren como tocar el piano o jugar al ajedrez”, explica él.
- Practica la felicidad regularmente – “Es como cuidar plantas. Es necesario regarlas un poco todos los días, ya que verter un balde de agua una vez al mes no las mantendrá vivas. De manera similar, sesiones cortas y frecuentes de meditación son más efectivas que una larga esporádicamente. Este hábito activa y mantiene la neuroplasticidad del cerebro”, concluye Ricard.