Una investigación pionera publicada en la revista Advanced Science ha revelado algo asombroso sobre la interacción entre humanos y perros. Al mirar directamente a los ojos de nuestros compañeros de cuatro patas, se produce una sincronización cerebral entre ambos. Los científicos también descubrieron que este nexo neurológico fortalece el vínculo entre el tutor y su mascota, modificando simultáneamente el funcionamiento del cerebro canino.
Para explorar esta dinámica, los investigadores llevaron a cabo un experimento con diez beagles. Primero, equiparon a los perros con electrodos craneales para monitorizar su actividad cerebral. Luego, los emparejaron con personas desconocidas. Durante cinco días, interactuaron a través de caricias, miradas y toques. También compartieron momentos juntos sin interacción directa.
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Descubrimiento
Los resultados fueron sorprendentes. Cuando el afecto se combinaba con una mirada atenta, la sincronización cerebral aumentaba y la conexión se intensificaba. Esto indica que la interacción repetida promovía un lazo cada vez más fuerte entre humanos y canes. Además, para comprender quién iniciaba esta sincronicidad cerebral, los investigadores utilizaron un algoritmo matemático.
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Lo que descubrieron fue revelador: el ser humano era el responsable de activar el proceso de sincronización en respuesta al contacto visual. Los análisis mostraron que las correlaciones en las regiones frontal y parietal de los cerebros aumentaban durante el intercambio de miradas. Esto evidencia una comunicación profunda y compleja entre ambas especies.
Conexión profunda
Así que, la próxima vez que sostengas la mirada de tu perro, recuerda que están conectando de una forma mucho más profunda de lo que imaginas.
