Un exhaustivo estudio liderado por más de 50 científicos climáticos ha revelado una inquietante proyección: el deshielo total de la Antártida tiene una fecha probable. La investigación, publicada en la revista Earth’s Future, evaluó datos de 16 modelos climáticos diferentes. Los resultados muestran que, de manera gradual, la pérdida de hielo en el continente aumentará a lo largo del siglo XXI, incluso si las emisiones de CO₂ se mantienen estables. Lo más alarmante es que a partir de 2100, la situación se volverá aún más crítica.
El papel de las emisiones y la aceleración del deshielo
Helene Seroussi, autora principal del estudio, señaló que las discusiones sobre el aumento del nivel del mar a menudo omiten lo que sucederá más allá del 2100. Además, Mathieu Morlighem, coautor de la investigación, explicó que, aunque las emisiones actuales de CO₂ tienen un impacto limitado antes de esa fecha, este efecto se intensificará significativamente después, independientemente del escenario futuro.
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La urgencia de reducir las emisiones es ahora más evidente que nunca para mitigar las consecuencias catastróficas que enfrentará la humanidad en las próximas generaciones debido al aumento del nivel del mar.
Un fenómeno imparable
Otro hallazgo inquietante es que el momento en que las grandes capas de hielo comienzan a retroceder varía entre los modelos climáticos. No obstante, todos coinciden en que una vez que el proceso de deshielo comience, será imposible detenerlo.
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Helene Seroussi destacó que la velocidad de este proceso será incontrolable, y se espera que varias regiones de la Antártida sufran colapsos antes del año 2200.
Colaboración internacional: clave para enfrentar el desafío
Los científicos recalcan que la cooperación internacional es crucial para abordar las incertidumbres en torno a este fenómeno. La colaboración entre naciones permite realizar análisis más completos y sólidos, lo que ayuda a identificar dónde los modelos coinciden y dónde difieren, aportando valiosos conocimientos para futuras investigaciones.