Sammy Basso, conocido como el paciente más longevo en vivir con progeria, falleció el pasado sábado 5 de octubre a los 28 años. La progeria, también conocida como el Síndrome de Hutchinson-Gilford, es una condición genética extremadamente rara que acelera el envejecimiento del cuerpo. En otras palabras, las células envejecen y mueren a una velocidad mucho mayor de lo habitual.
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Sammy nació en 1995 en la ciudad de Thiene, Italia. Desde una edad temprana, enfrentó esta condición con una determinación inquebrantable. En 2018, se graduó en Ciencias Naturales por la Universidad de Padua, presentando una tesis centrada en la búsqueda de terapias que pudieran frenar el avance de la enfermedad. Además, fundó la Asociación Italiana de Progeria Sammy Basso (Aiprosab) con el objetivo de sensibilizar al público sobre la enfermedad y ofrecer apoyo a otros pacientes.
Entiende el caso
Según su historial médico, la progeria no afectó sus capacidades mentales. Sin embargo, Sammy sufrió complicaciones graves como la aterosclerosis, una condición en la que se acumulan placas de grasa y calcio en las arterias, siendo la principal causa de muerte precoz en quienes padecen esta enfermedad. A pesar de que no existe una cura para la progeria, se utilizan tratamientos cardiovasculares y óseos para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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Sammy fue ampliamente reconocido por su valentía y perseverancia. En Venecia, recibió el Premio de Periodismo Paolo Rizzi, destacándose por su fortaleza y persistencia. Su familia, en especial, siempre subrayó su capacidad para vivir intensamente a pesar de las dificultades. En entrevistas, Sammy también enfatizaba que la vida es acción, y esperar la perfección no es el camino correcto.