El caso de los OVNIs en Estado de Pará es uno de los más desconcertantes de la ufología brasileña. En septiembre de 1977, los habitantes de Colares, Mosqueiro, Ananindeua y otras aldeas cercanas denunciaron ataques de rayos luminosos que, aparentemente, les drenaban la sangre. En ese entonces, la psiquiatra Wellaide Cecim Carvalho, directora del centro de salud de Colares, documentó las marcas en la piel de las víctimas, similares a picaduras de aguja. Además, los pacientes presentaban anemia, fiebre y leves quemaduras. El fenómeno fue bautizado como «chupa-chupa» o “luz vampira”. Como consecuencia, el pánico se apoderó de la población.
El periodista Carlos Mendes, quien cubrió la historia para el diario O Estado do Pará, recordó el terror que se reflejaba en los rostros de los habitantes. Para protegerse, las familias encendían fogatas, golpeaban latas y rezaban fervientemente. Muchos creían que estos ataques eran obra del demonio.
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Frente a la alarmante situación, el alcalde solicitó la intervención de las Fuerzas Armadas. El coronel Camilo Ferraz de Barros ordenó al capitán Hollanda, comandante del escuadrón Para-Sar de la Fuerza Aérea Brasileña, realizar una investigación. Durante cuatro meses, el equipo observó los cielos de Pará con binoculares y cámaras, entrevistando a testigos y víctimas. Así nació la famosa Operación Prato, la mayor misión militar jamás realizada para investigar OVNIs. El psiquiatra Pedro Ernesto Póvoa, también involucrado, calificó los hechos como un caso de histeria colectiva. Sin embargo, otros informes sugieren que ocurrió algo más extraordinario. El oficial del Servicio Nacional de Información, Jorge Bessa, describió un objeto luminoso que se movía de manera inteligente, desconcertando a todos los presentes.
El misterio persiste.
El impacto de la Operación Prato no se limitó a lo inmediato. La Fuerza Aérea intentó controlar la cobertura mediática, bajo presión, y acusó a los periodistas de sensacionalismo, según relató Carlos Mendes. El material recopilado por el equipo de Hollanda sigue envuelto en misterio. Hasta el día de hoy, los ufólogos cuestionan el paradero de las fotografías y videos tomados durante la misión.
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El Archivo Nacional conserva algunos documentos sobre OVNIs, lo que lo ha convertido en uno de los acervos más visitados. Sin embargo, solo seis informes de la Operación Prato están disponibles para consulta pública. Por lo tanto, la curiosidad y el interés en estos eventos continúan. Los avistamientos en la región de Pará no han cesado. Cuarenta años después, el fenómeno del “chupa-chupa” sigue despertando fascinación y debate.
¿Qué fue lo que realmente sucedió?
“El misterio sigue sin resolverse. Lo que más me impresiona es que investigamos algo tan increíble y, aún hoy, no hemos sido capaces de explicar lo que ocurrió”, afirmó Thiago Luiz Ticchetti, presidente de la Comisión Brasileña de Ufólogos (CBU).
